ZERO

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#QUEENCONQUER: 어둠 속에서 빛나는 자, 비밀병기로 더 잘 알려진 황예지.

14/12/2022


ㅤㅤMAYBE CHRISTMAS MEANS A LITTLE BIT MORE 더 그린치
ㅤㅤDECEMBER 2022 ▸ ERA


Los clásicos se agolpaban en sus resultados de búsqueda mientras el seleccionador repasaba insistente una y otra vez las hileras de sugerencias bajo el crujir de sus dientes al mordisquear las palomitas de maíz que se ofrecían para ella dentro de un plato profundo, casi como un festín exquisito para acompañar la velada en que se disponía a ver más de una película como parte de las pequeñas costumbres que aún luchaba por mantener propias del doceavo mes. Como cada año, el entusiasmo se vestía de necesidad en el momento en que la seducción filmográfica pasaba frente a sus ojos en cada oportunidad en forma de anuncios.

Nunca habíase de faltarle compañía para disfrutar de esas veladas que resultaban tan seleccionadas y efímeras en un departamento compartido por cinco jóvenes. Sin embargo, solitaria en especial se dispuso desde el momento cero a disfrutar únicamente de su propio resguardo, dejando cualquier proposición pensada al aire. Entonces, encerrada en el cuarto que al fin tenía la dicha de considerar enteramente propio, organizó los cojines sobre su cama; algunos torpemente apilados sobre el edredón que, arrugado por las sábanas que ponía en la parte inferior, prometía brindarle el mayor de los conforts esa noche.

ㅤ—¿Qué más te puede faltar, YeJi? —inquirió sobre un murmullo, en un intento de repaso que le permitiera descansar sin problemas por las siguientes tres horas como mínimo.

Parecía tener todo en orden; su computadora, con una carga completa y cargador a la mano en caso de emergencias; los snacks que saborearía en el curso de su cita y por supuesto, los restantes que iba devorando a media búsqueda; y por último, el delicioso aroma desprendido del vaso de chocolate humeante que provenía de su mesa de noche. Ciertamente, tenía absolutamente todo preparado. Solo restaba ponerse el pijama adecuado en los próximos cinco minutos y tumbarse en cama. Y es que, tras su larga búsqueda e infinita indecisión, había logrado dar con el clásico que sin duda le daba la bienvenida a su espíritu navideño.

ㅤ—¡Recuerden que solo responderé mensajes! Al menos por las próximas horas, me niego a ponerme en pie. —vociferó la líder, en el marco de la puerta antes de cerrarla por completo, garantizando su privacidad.

Los mejores filmes se hallaban en cada plataforma, no obstante, cuando su elección se hizo efectiva, The Grinch dio sus primeros visos en la pantalla de su laptop. Presa de la repentina sensación de entusiasmo, cubrió con las sábanas y el edredón, su cuerpo hasta la altura de sus hombros y acurrucó su cabeza sobre la más pomposa almohada que yacía sobre su cama al buscar la posición ideal para observar la película, no sin antes removerse un poco ante la sensación de calidez que invadía progresivamente el hecho de encontrarse plácidamente descansada y bajo sus cobijas. Con una sonrisa plantada en el rostro, su brazo izquierdo se liberó del abrigo para permitirse disfrutar de los pequeños snacks. Eran esos pequeños momentos que devolvían a Hwang a ser esa pequeña niña sentada frente al televisor, a los pies de un mueble cómodo, sintiendo la sonrisa de sus padres a sus espaldas al ver a su hija tan sumida en cada escena. Era así, que finalmente podía disfrutar del calor de un hogar a la distancia con tan solo evocar los recuerdos de un diciembre no muy lejano.

13/12/2022


ㅤㅤSMELLS LIKE HOME WITH YOU 나와 함께있어
ㅤㅤDECEMBER 2020 ▸ ERA


Socorría al ímpetu de la imperiosa necesidad de aminorar la cantidad de actividades que llenaban su itinerario decembrino cuando el deseo de un instante tan íntimo como preciado pretendía ver la luz en el preciso instante en que un mensaje asaltó a su teléfono horas previas. Un bondadoso aroma se escurría entre la insípida atmósfera que perpetuaban las almas maquinales recorriendo las calles de una gélida avenida refulgente cubierta por el manto del crepúsculo, y las alternativas de una compra sin mayor fundamento se agolpaban frente a sus ojos enmarcando en sus labios, la fina silueta de una aparente sonrisa.

Como infante en una dulcería, se desplazaba con el corazón hinchado de ilusión por las diferentes estanterías que tendían para ella una posibilidad tan distinta a la anterior conforme avanzaba, ofreciéndole así, la dicha de improvisar los escenarios que podían suscitar en compañía de tan adorada persona. Sensible a la emotividad que transmitía cada utensilio al tacto de una endeble adolescente, se permitió entrar a la zona de comestibles. Hwang tenía su idea clara, y es que no hubo lugar a dudas cuando la invitación eclipsó su conocimiento y el aroma característico empapó su entorno. La fama precedía y los talentos de la castaña prometían un desarrollo casi impecable; solo que, como en todo ser humano, debían existir los defectos y para ella, el obstáculo recaía en el lado culinario que tanto le costaba desarrollar. Error tras error. Los intentos eran exhaustivos y por supuesto, el siguiente resultaba peor que el anterior. Por tanto, dispuesta al rotundo éxito, se dispuso a hacer efectiva su compra al seleccionar los kits de jengibre que por temporada exclusiva salían a la venta y auguraban una preocupación menos para ella.

En su diestra pendía la bolsa blanca con el contenido que le acompañaría en aquel abrebocas del doceavo mes del año. El trote hasta el departamento de HyeJoo, amiga que compartía en común con el muchacho, la llevó hasta la puerta del mismo luego de pasar por la indiscreta identificación del guardia de seguridad confiada en la protección de la privacidad de cada uno de los residentes. Sin tiempo a pensar en nada más que no fuera el anhelado encuentro, una sonrisa se dibujó en su rostro a la par que vislumbraba la suya al abrir la puerta de par en par. Él la miró y ella enseguida corrió a sus brazos.

ㅤ—Ya te extrañaba demasiado, oppa. —dulzona, se estrechó en aquel abrazo que le permitió, después de tanto, sentir su aroma junto a ella.

ㅤ—Es un poco cruel encontrarnos siempre y sentirnos tan lejos, ¿no es verdad? —comentó el mayor, mientras su mano se inmiscuía entre sus cabellos—, ¿Tuviste problemas para llegar? Estaba con HyeJoo al teléfono. Me daba un par de instrucciones para el horno.

ㅤ—Cierto, respecto a eso... creo que no será necesario utilizar el horno. —profirió con una sonrisa cómplice en su rostro, deshaciéndose del abrazo y elevó su diestra al vitorear con cuidado la bolsa—. Probablemente nos tardemos mucho usando el horno, y realmente quiero pasar tiempo contigo, por eso compré unas casitas de jengibre que podremos decorar y nos darán algo de tiempo para los dos. ¿Qué opinas?

ㅤ—Es perfecto. Además, siento un poco de vergüenza al dejar a HyeJoo fuera de su propio departamento tanto tiempo. Pero bien es cierto que no podía dejar pasar otro día más, no sé si sea la última vez que podamos vernos a solas antes de terminar el año.

ㅤ—Ven...

Huidiza a la cruda idea que exponían las palabras del muchacho, le tomó de la muñeca y avanzó con él hasta la sala de estar. Una pequeña mesa de centro, básica en los departamentos y la luna de anfitriona les permitió g***r del momento de intimidad. Descargando así las cajas sobre la mesa, deslizó una hasta las manos del muchacho y procuró con la suya hacer una mueca previa a la apertura. No existía necesidad más imprescindible que compartir el instante con quien añoraba más que una amistad. Sobre la superficie se extendieron los diferentes contenidos de la caja, incluyendo los principales para así permitirse cada uno iniciar con la decoración en compañía de dulces risas y anécdotas resguardadas desde el último encuentro entre los artistas.

Tan acogedor como su propio hogar, se desligó de la vida que le impedía g***r de la tranquilidad de estas oportunidades diariamente mientras las líneas irregulares se dibujaban sobre las galletas de jengibre. Los minutos se volvieron segundos y la noche se diluyó entre dos almas que reclamaban la presencia de la otra, casi siendo capaces de volverse una sola. En esos días con aire a encanto, eran ellos dos.

10/12/2022


ㅤㅤA PRESENT FOR YOU 당신의 인생을 축하
ㅤㅤDECEMBER 2022 ▸ [YUNA] ERA


Entre la víspera decembrina se reunía bajo el encanto matutino de un día con aroma a celebración, una de las fechas tan ansiadas para el quinteto ad portas de dar por concluido el año que las había visto tropezar y volverse a levantar. Presa del extenuante horario que ofrecía para ellas el nuevo regreso, Hwang se despojó de cualquier intento de debilidad y se propuso comenzar el día con la mejor de las disposiciones; pues, el trato directo de buena conducta con su manager le había asegurado un pequeño espacio libre al caer la tarde para permitirse g***r de un momento de calidad con la menor de sus integrantes.

En su memoria se marcaban con persistencia cinco años desde que había comenzado a celebrar la existencia de la menor a viva voz. Cinco años desde que el destino había obrado de maneras totalmente inesperadas para ponerlas a las dos por el mismo camino en una segunda ocasión, marcando el inicio de un lazo fraternal que pesaría más de lo que hubiera esperado en la vida de la mayor. Los cimientos de una viva unión alentaron a YeJi a mantener como objetivo principal el cuidar a cada una de sus integrantes; llámese sentido de liderazgo si es preciso. La protección y hermandad que sentía deberle a la menor venía del mismísimo cariño que desde aprendices se tenían. Por tanto, una oportunidad más para demostrar el agradecimiento y la fortuna de tenerle era de aprovecharse enteramente.

[. . .]

Extenso fue el recorrido en el automóvil hasta el pequeño restaurante en el cuál Hwang había procurado reservar un lugar. Nada demasiado extravagante y con un amplio menú de comida a disposición de los gustos pintorescos de la festejada. Una sonrisa pendía de sus comisuras mientras tomaba asiento frente a Shin, y descargando sobre la mesa la bolsita azul que colgaba de su muñeca, se limitó a conversar:

ㅤ—¿Qué tal está? —inquirió entusiasta, elevando ambas palmas a la altura de sus hombros en señal de exhibición del lugar—. Considerando que debemos procurar un bajo perfil, opté por algo no tan ostentoso pero con una variedad increíble. ¡Al menos eso decía en la web!

Ambas muchachas sincronizaban sus gestos al desarrollo de la conversación y no podía sentir mayor felicidad en aquel efímero instante. Compartir con cada una de sus integrantes siempre desembocaría en una inyección de energía completamente gratuita. Pero, contrario a cualquier orden estipulado en la normatividad de las celebraciones, YeJi, comandada por el entusiasmo se saltaría la comida para pasar directo al postre.

Sus manos impacientes comenzaron a descubrir el contenido de la bolsa, uno que ella conocía a la perfección; y es que, las horas sumergida en su móvil le habían sido de utilidad para encontrar el pastel ideal que obsequiaría a YuNa.

ㅤ—Sabes que la invitación no viene sola, ¿verdad? Estoy segura que esto solo es un abrebocas a lo que te espera en el dormitorio, pero... —y el silencio reinó en cuanto su mano reparó en la totalidad de su boca al caer en cuenta de su error—. No se suponía que revelara eso, aigo. Ahora debes actuar como sorprendida en caso de que realmente te espere algo en el dormitorio —carcajeó—, pero tapando un poco mi metida de pata. Tengo esto para ti.

Removió la tapa del pastel con sutileza y se apresuró en alcanzar la vela que había solicitado junto al primero para situarla estéticamente a un costado de la leyenda y deslizar el pastel hacia ella:
ㅤ—¡Ta-daa! ¡Feliz cumpleaños, YuNa-yah! Un pastel más para la lista de los que recibirás pronto, pero seguro que este es el más bonito. Y por supuesto, parte de mi regalo será invitarte algo realmente delicioso.

09/12/2022


ㅤㅤCHRISTMAS TREE 완벽한 트리 만들기
ㅤㅤDECEMBER 2022 ▸ ERA


El ambiente se impregnaba del espíritu festivo cuando las decoraciones se agolpaban sobre el mueble central en el dormitorio y la líder no era más que un puñado de sensaciones fisgona entre cada una de ellas. La delantera había sido fortuna propia cuando en ausencia de sus compañeras, la mayor de cinco no titubeó al remover con entusiasmo la cinta que mantenía resguardada cada una de las decoraciones a lucir en el modesto árbol frondoso de cualquier amenaza de deterioro; los ojos se cerraron en dos medialunas al deleite de coloridos implementos y su boca, avergonzada por el gozo individual, ahogó tras una mordida a su labio inferior, un quejido pletórico.

Un vago mensaje de advertencia se había destacado en el chat grupal. Hwang era fiel conocedora del amor de cada una por la festividad decembrina, y aún así, era consciente de que sus ansias por empaparse de la festividad no soportarían prolongar la actividad por más tiempo cuando tenía todo al alcance de la mano.

ㅤ''¡¿Por qué tardan tanto?! Puedo ir armando el árbol. Con ello, solo nos quedará decorarlo y comer deliciosamente.'' —tipeó al tintineo de sus dedos por la pantalla de su teléfono móvil, para después, recargarlo con suavidad sobre la mesa de centro.

Sin esperar afirmación alguna por parte de sus receptoras, hizo efectivas sus palabras al remover la cinta que resguardaba el árbol de navidad que, como cada año desde el 2020, adornaba con ímpetu una de las esquinas de su dormitorio, con la única diferencia de que, en esta oportunidad ahora g***rían de un espacio más amplio para lucirlo completamente. El corazón se henchía de emoción al sacar el tronco del árbol y ponerlo en pie sobre las cuatro patas que prometían firmeza absoluta; cada ramillete se unía a la perfección con la base del árbol y se dejaba moldear delicadamente para obtener la pomposidad característica de estos adornos.

Estrellas irregulares se formaban con los brazos del ramal permitiendo un poco más de forma y volumen a medida que sus manos ascendían por el árbol buscando el visual ideal, dejando breves espacios de los que colgarían las diversas decoraciones que esperaban por la presencia de sus compañeras. Sus pasos giraban en torno a la base del frondoso puliendo cada apertura con sutileza y regalándose ligeras pausas para monitorear su trabajo con un desliz en su mirada. Era feliz con el simple hecho de ya ver en pie aquella figura dentro del dormitorio. Por supuesto, la experiencia se completaba con la música de fondo que la deleitaba entretanto su actividad comenzaba a agotar su fuente de energía; una mezcla de todo, pero sobre todo, navideña. En la punta del árbol se acostumbraba a situar la estrella, que más allá del simbolismo, creaba una fascinación absoluta en la pelinegra al ser probablemente su actividad favorita a realizar. Por tanto, procuró invertir más minutos de los debidos creando el soporte ideal para la decoración estelar y entonces, retrocedió uno, dos y hasta tres pasos.

ㅤ—¡Perfecto! —profirió, Hwang, mientras su rostro se ladeaba ligeramente admirando el árbol en su estado más simple. De manera que, sus manos se frotaron entre sí en una seña de trabajo arduo y pasó a tumbarse sobre el sofá, no sin antes, recuperar de la mesa de centro su móvil para encontrarse con la protesta de sus compañeras ante su intención de adelantar trabajo.

Una mueca se instaló en el rostro al releer el mensaje, pues no había manera de deshacer lo que había armado por tantos minutos, proponiéndose así, lidiar con los refunfuños de sus compañeras más tarde. Por ahora, se dedicaría a tomar fotografías del anhelado árbol para enviárselas a sus padres con decenas de mensajes mientras el canturreo del televisor contribuía a su satisfacción.

07/12/2022


ㅤㅤCHRISTMAS SHOPPING 우리 쇼핑 갈 수 있어요?
ㅤㅤDECEMBER 2021 ▸ [KARINA] ERA


En ventaja de su inexperiencia frente al último grito de la moda, se acreditaba ciertos lujos del oficio a la oportunidad de elegir con total libertad a quién cargaría con la responsabilidad de guiarle por la minúscula travesía en la que, con cuerpo y alma, furor y temor, quería aventurarse. El invierno comenzaba a mostrar sus primeras raíces cuando de la orilla de los árboles pendían pequeños glaciares tan pulcros como débiles al movimiento. De sus labios carmín desprendía el vaho que recibía a través de cada partícula cuando la brisa golpeteaba sin piedad cada rincón de su cuerpo, y sus manos inquietas al repentino cambio de temperatura, permanecían refugiadas en el tejido sobrante de un amplio abrigo.

El mensaje se había disparado minutos antes desde su bandeja de salida y su mirada impasible recorría los vacíos que sobrevivían entre el paso constante de los transeúntes con la única esperanza de ver a su querida amiga; con la excusa de verle una vez más antes de cerrar el año, Hwang había planificado en su agenda la velada casi perfecta para compartir junto a la líder de aespa. Una afición que más o menos podían darse el lujo de desarrollar sin muchas irrupciones del mundo exterior les prometía un refuerzo seguro al lazo que cada día cimentaban.

ㅤ—Qué frío... —murmuró entremedio del castañeo de sus dientes, sus labios permitían el flujo de las palabras a la par que su mentón velaba por esconderse entre el cuello del abrigo con el anhelo de calor corporal.

La líder batallaba con su salud por los cambios de temperatura tan drásticos en suelo surcoreano, y aún así, apostaba a la irresponsabilidad de someterse a un resultado imprudente de sus actos al negarse a permanecer en el dormitorio. Fue entonces que, sin querer o esperar tanto de su incesante búsqueda, reconoció entre la muchedumbre la delicada figura de tan deseada presencia.

ㅤ—¡JiMin-ie! —exclamó entre pequeños saltitos a medida que le veía acercarse. Su rostro salía de su escondite a medias y ofrecía una cálida sonrisa de bienvenida—. Aigo, siento que te estuve esperando mil años. Debí esperar dentro, ¿verdad? Pero no quería estar sola allí, quizá me hubiera perdido entre los almacenes.

Fue seguro el parloteo constante mientras se inclinaba efusiva a rodearle entre sus brazos.

ㅤ—¿Pudiste llegar con facilidad? Ahora mismo, no quiero comprar nada que no sea un chocolate caliente. ¡Muero de frío! —rió—. No creí que el clima estuviera tan extremo, menos ahora que empieza diciembre apenas. ¿No se te antoja ir por un poco de calor a la carta?

30/11/2022


ㅤㅤPEPERO DAY 당신에게 작은 선물
ㅤㅤNOVEMBER 2017 ▸ ERA


Exorbitantes las sensaciones que deslizaban como caudal entre sus dígitos. YeJi canturreaba al ritmo de sus pisadas con la pequeña bolsa de papel entre sus manos meciéndose en un vaivén; caminaba sobre nubarrones de utopía que desgañitaban con insistencia el nombre de su pareja. De ilusiones robadas, una primera vez tomaba forma para la joven pareja anónima entre sus pares donde el regocijo y la querencia se consagraban como estelares en la velada. Poco más de siete meses habían transcurrido desde que sus corazones decidieron henchirse con una declaración recíproca; donde la menor de dos había dejado atrás su oposición al amor, a confiarse en alguien más que no fuera una de sus compañeras.

Admirándole día y noche; a través de una pantalla lo suficientemente miserable; en la lejanía de los ensayos que les robaban un poquito más la vida; en la mirada que aventajaba entre decenas de presencias para finalmente encontrarse con la suya. El sentimiento que crecía en torno a ChangBin no estaba escrito, por lo que la idea de pasar el primer festejo en grata compañía del otro no entró a discusión. Encargada de las principales confituras, no escatimó en gastos cuando la gran variedad de palillos recubiertos de chocolate se extendió frente a la tentación de un paladar resguardado por el anhelante aroma que recubría el interior del establecimiento. Entre 15 a 30 minutos elegir los más llamativos y apetitosos en la bolsa beige. Pero fueron más los minutos que, mal contabilizados, tardo entremedio del trayecto que la dejaría finalmente a los bordes de los dormitorios compartidos entre los aprendices.

ㅤ—¿Quieres ver? Creo que pude traerme toda la estantería con un par de minutos más a mi favor. —sonrió mientras ubicaba los peperos en un platillo—. Pero me encargué de traer los mejores, ¿confías en mi criterio... jagi?

Un escalofrío ascendió sin piedad por su columna, entretanto de soslayo intentaba adivinar la expresión del mayor. Los honoríficos nunca habían sido partícipes en su relación y ocultándose bajo una apariencia reacia a la dulzura, evitaba usar los apodos tan característicos que abundaban en una pareja; hasta ese preciso instante donde un desafío personal había surcado desde lo profundo de su ser, provocando aquella inquietud en su boca por pronunciar el seudónimo.

ㅤ—Oh, ¿ahora somos de esas parejas? —inquirió jocoso el pelinegro acortando las distancias entre sus cuerpos—. Comenzaremos a abrazarnos por la espalda... a susurrarnos al oído... darnos besos.

Y comenzaba a plasmar sus palabras en acciones, mientras sentía como su corazón revoltoso se dejaba llevar por cada sensación. La nula habitualidad de aquel romanticismo le calaba en lo más profundo de las anhelos que no creía tener. Bendita suerte de contar con un espacio privado para deshacerse en cursilerías, ocultos del mundo.

Disfrutando el instante, sus manos no vacilaron en tomar uno de los pocos peperos que restaban dentro de la bolsa, dejando el platillo intacto con su orden, y se giró entre los brazos del muchacho con una curvilínea moldeada en la finura de sus labios mientras su brazo izquierdo se desgonzaba alrededor de su nuca.

ㅤ—No lo sé... dime tú. ¿Podremos ser de esas parejas? Porque la ocasión lo amerita. —murmuró a escasos centímetros de su boca, que juraba buscaban con codicia la suya y, socarrona levantó el pepero entremedio de ambos, ladeando un poco su rostro—. ¿Debería decir 'Feliz día del pepero' o simplemente comerlo antes que se eche a perder su sabor?

De cautivante sonrisa, el muchacho corrió con delicadeza su mano hacia un costado y rozó sus narices. Por inercia su mirada se tiñó de un negro expectante, y el siguiente paso; impaciente y fogoso, los llevó al encuentro de sus bocas en un dulce beso que se esmeró en perdurar. Segundos en que el oxígeno parecía no faltar culminaron en una ligera risa cómplice al unísono y agresiva, encajó la primera mordida en el pepero izando una de sus cejas. Le quería. Le quería de maneras que no lograba dimensionar aún. Solo él era capaz de regalarle tan efímero momento enmarcado como una de las tantas primeras festividades que cruzarían de la mano en su relación.

30/11/2022


ㅤㅤINNOCENCE 다른 사람의 성격의 무게
ㅤㅤJULY 2017 ▸ ERA


Las batallas internas que nacían desde la profundidad de un ser que permanecía oculto para el agrado del público, jugaban en contra cuando la confianza y comodidad se instalaban en el ambiente. Gozaba de ser esa joven que gracias a su determinación, pulcritud y optimismo, había derribado la barrera entre el sueño y la realidad. Admirada por muchos y elogiada por igual, conocía a la perfección el hecho de que cada comentario iba orientado a una esencia otorgada en el momento en que su entrenamiento vislumbró los inicios de una nueva faceta moldeada por su entorno. Algo impropio, una verdad a medias.

Poseía determinación, entre otras características con las cuales la describían con constancia. No obstante, la inocencia absoluta no era propia de su realidad. Con golpes de vida lo suficientemente fuertes para endurecer su corazón, YeJi contenía en su interior una pizca de corrompimiento. Una pizca que le permitía ver la vida que llevaba sin ese velo idealista que todos insistían en poner frente a sus ojos al pertenecer a una industria que durante tantos años fue considerada como la vida soñada. Una líder con dulce sonrisa, ojos feroces y a su vez soñadores, enlazada a su niña interior se doblegaba ante las tentaciones naturales del ser humano. Adoctrinada por la cultura de su país natal, la morena acataba las solicitudes que el entorno requerían de su parte.

Entonces, qué componía la verdadera personalidad de Hwang si no era la proclamada inocencia que se entreveía.

Extiéndase la exquisita jovialidad por sobre las migas de realidad. Con sed de experiencias, la insubordinación cada vez se volvía más delicada al catar una pizca de esa libertad arrebatada en el apogeo de su adolescencia. El gozo que hallaba en la aventura la conducía por un camino descuidado cuando, para vivir su vida, recurría sin pensar a las mentiras en la palabrería de los entrenamientos nocturnos.

Comprendía que ya no estaba en la etapa adecuada para desear la espontaneidad en su actuar, la experiencia de un amor fortuito o un roce a la inmadurez, pero muy en el fondo, sabía que eso era lo que realmente deseaba. A pesar de sus exigencias en el desarrollo de cada actividad, era solamente una adolescente más con ansias de vivir en la cotidianidad, de errar.

30/11/2022


ㅤㅤSUNEUNG 너에게 몇 마디
ㅤㅤNOVEMBER 2022 ▸ ERA


La naturalidad de su compromiso como artista no le impedía entremezclar el de ciudadana al someterse en cuerpo y alma a diferentes días festivos o de conmemoración. Tal como en su vida de estudiante, las costumbres se mantenían arraigadas a las inculcadas por su familia durante toda su crianza, por ello, hacer de sus mensajes algo público no le sumaba o restaba mayor cosa. Sometida a la experiencia de un insulso sentir, angustiado y desesperado, se dedicó a digitalizar el mensaje que tenía preparado para los fanáticos que les seguían, y que, como si fuera poco, contaban con absoluta presión por las dictaduras de la educación.

«Queridos estudiantes,...» —absorta trazó en el aparato— y su muñeca se detuvo por inercia cuando, presa de su mente, evocó recuerdos de un pasado ansioso donde la preocupación vigente en su cabeza conforme pasaban los años escolares, era el examen, que sin lugar a dudas, replanteaba el sentido de su vida. Un recuerdo agridulce, donde las noches en vela parecían protagonizar la extenuante lista de pormenores que acompañaban las ansias de un futuro dentro de las universidades que los surcoreanos consideraban más prestigiosas; donde la balanza sopesaba el pro de sus calificaciones en ascenso, como el contra de su nivel económico tendiendo al moderado. Y es que, si en ese momento le hubieran advertido que su vida tomarían un sentido muy distinto al que tenía previsto, quizá sus prioridades hubieran sido totalmente diferentes. Pero era solo un azar, una suerte que el destino había decidido echar a su favor.

Un suspiro largo y tendido liberó el estrés propio que nació del ajeno. Aquel que añadía una pizca de preocupación a nombre de todo aquel que después de este día, sabría a ciencia cierta si sería cobijado por los innumerables beneficios de la sociedad, o por el contrario, pasaría a formar parte de la interminable lista de desamparados por la suerte.

«¡Todos han trabajado tan duro para el examen de este año! Es realmente genial y estoy orgullosa por eso.»

Desde su interior acreditaba con fervor el esfuerzo de cada admirador tras un mensaje peticionario. Llena de admiración y sorpresa, depositó la mejor energía en, quizá ochenta o menos, palabras considerando aquel futuro que no entraría en su balanza, pues la vida misma se había encargado de poner en su camino un reto tan distinto como temporal e incierto en su legado haciéndola envidiar ligeramente la normalidad que había descuidado desde el instante en que surgió el motivo de su sueño.

06/11/2022


ㅤㅤADMIRATION 참된 소명
ㅤㅤFEBRUARY 2014 ▸ ERA


De corazón errante, sostenía sus esperanzas en vilo a una decisión que se retrasaba más de lo anhelado. En el turbulento febrero, una noche se arropaba con la tempestad de un invierno que orillaba a una joven Hwang a la introspección de la estructura de su felicidad y la de sus más allegados. Un debate impulsado por la insistencia de su madre confabulada con su hermana; con la posibilidad de compartir algo más allá de una simple amistad como con MiYeon y SunHee, quienes quebrantaban el simulado trío de amigas con planes ajenos a su persona. Con la idea de pertenecer a algo.

Se mordía el labio esperando una respuesta proveniente desde la profundidad de su ser, algo que la hiciera brincar de su cama con aires determinantes. Sin embargo, la balanza seguía desfalleciendo cuando el baile se enfrentaba con el fútbol, que pese a no augurarle victoria alguna ante su pobre rendimiento, la mantenía con ilusiones de un futuro admirable. Trastornada por el estrépito sólido de sus pensamientos, su mirada, felina por demás, se apagó posterior a un suspiro que compilaba con destreza cada aflicción; y, entregada al sonsonete que desprendían sus auriculares, se propuso contrastar el congojo de su corazón al ritmo del más reciente single de Lee SunMi. Motivada por el aura que precedía la letra de la canción, recostó su cuerpo a diestra aferrándose a la almohada con ambas manos por debajo para dejar fluir sus pensamientos a plena libertad.

¿Qué tan difícil era el mundo de la música? Todo simulaba ser éxito tras éxito sin importar más, y mejor que ello, cada nota estaba en un lugar por una razón. La necesidad de transmitir algo en cada tonada contagiaba de un entusiasmo innato a la más joven de los Hwang. Sin siquiera vislumbrar una posibilidad en Blue Rump, estaba anhelando una aparente resolución de futuro por el lado del espectáculo. Recalcando en su mente lo que su madre siempre le repetía con el amor que una madre profesa por sus hijos; estaba para brillar tanto como una estrella.

Toda ilusión que sentía insuficiente la podía acreditar fácilmente a su temprana amenaza a la vitalidad que cualquiera abrazaba. Entendiendo que el tiempo no era más que un simple instante que así como iba, venía; el lujo de saltar entre aficiones no era lo ideal para la pelinegra, quien soñaba, pese a la perseverancia que le caracterizaba, con un éxito prematuro. De allí, una absurda sensación de orgullo y admiración le recorría cada partícula de su ser al rememorar la carrera que había llevado a SunMi hasta el punto culminante de su carrera. Años de competencia que YeJi no estaba dispuesta a soportar, pero que la mayor, confiando en lo que tenía por ofrecer, no dudó en aprovechar.

ㅤ—Cuánto daría por tener un camino tan fácil como el tuyo, eonnie. Quisiera tu vida. —deseó en confianza con su soledad, inconsciente ante el repentino sentimiento que la invadía. Como una tensión en todo su cuerpo, sintió la impotencia de no lograr lo imposible con tan solo unas simples palabras y azotó sus piernas contra el colchón en una rabieta.

Sabía que no estaba hecha para ese tipo de brillo. Su camino estaba asegurado en el deporte si la determinación por mejorar sus ruines habilidades aumentaba; la afición estaba en lo más alto de su motivación. Al menos, eso creía.

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